La falacia de la resistencia francesa y nuestra cotidiana ilusión de moral
DOI:
https://doi.org/10.52379/mcs.v3i1.75Resumen
En cada instante de nuestra existencia consciente, nuestra mente es bombardeada por más de 11 millones de inputs de información. Debido a que nuestro cerebro dispone de apenas 10 Watts de energía, es comprensible que el mismo deba integrar estrategias que lo lleven a economizar recursos, no solo con el objetivo de optimizar recursos energéticos, sino también de asegurar respuestas que sean lo suficientemente rápidas como útiles e incluso vitales para la subsistencia. Tal situación es posible gracias a los heurísticos. En este artículo damos un recorrido por los principales heurísticos para luego explicar los sesgos que se generan a través de ellos. Dichos sesgos comprometen severamente nuestra objetividad en la toma de decisiones por lo cual incrementan la subjetividad de la moral y aleja a esta última de lo ético.
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Derechos de autor 2019 Jorge Villalba-Arias, Julio Torales

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